La Comisión de la Verdad revela manipulaciones en adopciones internacionales, dejando a miles sin conocer su origen.
La Comisión de la Verdad de Corea del Sur ha revelado que el Gobierno del país fue responsable de fraude y abuso en miles de adopciones internacionales. Durante décadas, niños fueron enviados a familias extranjeras con documentos falsificados o sin información precisa sobre su identidad, lo que ha dejado a muchos sin conocer sus verdaderos orígenes.
El escándalo tiene su origen en la posguerra de Corea (1953), cuando el país promovió la adopción de huérfanos por parte de familias extranjeras como una supuesta solución humanitaria. Sin embargo, con el tiempo, las agencias de adopción convirtieron esta práctica en un negocio lucrativo, cobrando hasta 2.000 dólares por cada niño.
Ami Nafzger, presidenta y CEO de AdopteHub, es una de las víctimas de estas adopciones fraudulentas. Adoptada en 1975, pasó años buscando información sobre su origen. «En mi sexta visita al orfanato, me dijeron que mis archivos habían sido intercambiados con los de otros niños y que no podían identificarme», relató.
La investigación de la Comisión confirmó que algunos niños fueron robados de sus padres biológicos y entregados a familias extranjeras sin su consentimiento. Cientos de adoptados de países como Estados Unidos, Suecia y Países Bajos presentaron quejas formales, exigiendo justicia y transparencia.
El escándalo ha generado indignación internacional, con llamados a que Corea del Sur reconozca oficialmente el fraude, ofrezca compensaciones a las víctimas y facilite el acceso a registros para que los adoptados puedan recuperar su identidad.